viernes, 18 de noviembre de 2011

Capítulo VII

Intentó hacerse la dormida pero no pudo evitar el sobresalto cuando alguien la tocó.

-Deberías de estar dormida.

 Helena se dio la vuelta al reconocer la voz de Alex. Intentó distinguir su rostro en la oscuridad.

-Y vosotros no deberíais hablar de otra persona y yo no digo nada.

Pudo apreciar su sonrisa en las sombras.

-Levanta, nos vamos.

Salió del saco de dormir  con esfuerzo, las heridas que se había hecho al huir dolían.

Alex recogió la cama improvisada, lo metió en la mochila y echó a andar por delante de ella. Era difícil caminar entre las piedras sin tropezar.

Helena no sabía cómo, pero estaban mucho más lejos de las motos que antes.

-¿No te duele el hombro? Te habían disparado.

-Aguanto bien el dolor y Ash me lo ha vendado de todas formas.

No dijeron nada en unos minutos.

-¿Oye no tendrás una chaqueta de sobra?- dijo mientras se frotaba los brazos. Hacía un frío de muerte.

-Ven.-le dijo tendiéndole la mano.

Helena le miró extrañada pero la agarró. Alex la atrajo hacia él con fuerza pero sin llegar a hacerla daño, como siempre.

Estaban muy cerca el uno del otro, mirándose a los ojos. Helena no pudo evitar fijarse en sus labios.

Alex la colocó de espaldas a él, se quitó la cazadora y la ayudó a  ponérsela poco a poco. Con mucha delicadeza le sacó el pelo por fuera, posando los dedos unos segundos de más en su cuello.

Helena iba a girarse y preguntarle por qué estaba haciendo todo aquello cuando Ashley les llamó desde la lejanía.

-¡Vamos! Tenemos que irnos ya.

Él fue el primero en comenzar a andar, no sin antes girarse hacia ella y lanzarle una última mirada. Sus ojos verdes brillaban.


 Ashley estaba en la misma posición que antes, siempre apoyada en su moto.

-¿Y tu cazadora?

-La tiene ella. -contestó Alex.

Helena se dio cuenta de la mirada que le había lanzado Ashley.

Pensando en ello se dirigió a la moto y montó notando continuamente el peso de la cazadora sobre sus hombros. Antes de arrancar se cogió a Alex como antes, sintiendo su cálida piel bajo la fina camiseta.

 Al ver las curvas Helena recordó el accidente. En menos de un mes su vida se había convertido en un auténtico caos. Pensó en su hermana, a lo mejor Alex tenía razón. Con lo peligroso que estaba siendo todo, mejor arriesgar su vida que la de Annie.

La carretera pasó a ser recta, ahora iban mucho más rápido. A ambos lados se podía ver el frondoso bosque. Helena se percató de que Alex temblaba, con mucho cuidado de mantener el equilibrio se quitó la cazadora.

-Póntela, estás temblando de frío.-le susurró al oído.

-No hagas tonterías y póntela tú.-Helena tuvo dificultades para escucharle.

-Muy bien, si tu no la quieres yo tampoco.

Vio de reojo que Ashley,que iba por delante,les miraba y sacudía la cabeza.


La primera bala pasó rozando a Helena. Al principio no supo lo que era…no lo supo hasta que una le acertó en el hombro.