-¿Queréis parar ya de una vez?-preguntó exasperado-Además, vais a despertar a Annie.
Helena olvidó por un momento el enfado con su madre y contempló a su hermana dormida plácidamente a su lado.
“Es una niña” pensó con cariño.
Los gritos de su madre, ahora discutiendo con su padre, la devolvieron a la realidad.
Ese tipo de situaciones eran cada vez más frecuentes.
Suspirando se colocó los cascos y miró por la ventana. Fuera llovía a mares.
Todo sucedió muy deprisa. En un momento estaba escuchando música y al siguiente inconsciente en un coche destrozado.