jueves, 6 de octubre de 2011

Capítulo IV

Alex cubrió con su cuerpo a Helena para protegerla. Sacó su pistola y disparó a uno, lo intentó con el otro pero le dieron en el hombro, el hombre se preparó para disparar de nuevo, esta vez apuntando al corazón, cuando se desplomó sin vida, Alex había sido más rápido. Ya solo quedaban dos. Mientras uno de ellos le daba un puñetazo, el otro se lanzó a por Helena que intentó escapar pero terminó agarrándola por la espalda.

-¿Dónde te crees que vas, bonita?

Helena le dio una patada en la entrepierna y consiguió liberarse.

-No me llames bonita.

Echó a correr hacia la calle con su perseguidor detrás. Fuera había comenzado a llover.

El hombre la alcanzó y la pegó una bofetada que la tiró al suelo.

-Niñata.

Helena la miró furiosa desde la tierra embarrada, sus ojos eran oscuros como la noche. Cuando se preparaba para pelear, su adversario cayó al suelo gritando. No paraba de tocarse la cara, donde docenas de pequeñas heridas comenzaban a sangrar.



Alex había terminado matando al último de ellos. La gente de la entrada había huido nada más empezar la pelea y no había habido más heridos. El hombro le dolía pero la bala había salido así que se curaría.

No paraba de arrepentirse por el grave error de dejar desprotegida a Helena, para entonces ya podía estar muerta. Aunque había podido comprobar que no necesitaba mucha ayuda cuando le había metido una patada a aquel hombre. Sonrió inconscientemente.

Salió a la calle corriendo. La escena que se encontró no se la esperaba.

 Helena, totalmente seca aunque manchada de barro, doblada sobre sí misma en suelo con un hombre agonizante a sus pies. Se acercó a ella arrodillándose a su lado.

-Helena…Helena ¿estás bien? ¿Estás herida?

La muchacha le miró, su cara era de puro terror. Sus ojos, casi blancos.

-Alex…mátale.-dijo en un susurro.

El chico se separó de ella, cogió su pistola y disparó. Cuando la vida abandonó a aquel hombre volvió al lado de Helena y se sentó a su lado.

-¿Qué ha pasado?- preguntó sin salir de su asombro.

-N-no lo sé-dijo insegura- tú estabas peleando con el otro, este vino a por mí, le di una patada y salí corriendo. Me pegó y caí al suelo, ya estaba lloviendo pero empezó a hacerlo mucho más fuerte entonces…-hizo una pausa-entonces empezó a gritar y la cara comenzó a sangrarle y no paraba de gritar, hasta quedarse sin fuerzas pero seguía respirando y…

-Shh.

Alex la atrajo hacia él y Helena empezó a llorar, a la vez que una fina lluvia caía…como si fueran lágrimas.

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